Me anima

 Hacía tiempo que no pasaba por aquí. Feliz año a todos. Pero vamos al tema que me disperso. Estas fiestas las he aprovechado para ponerme al día con las series, que tenia bastantes abandonadillas. Y en una tertulia de colegas, comentando las que estábamos siguiendo, yo dije: pues yo estoy viendo la nueva de He-Man. A lo que otro dijo: pero los dibujos son para niños, que haces viendo eso?

Varios nos indignamos pues no estábamos en nada de acuerdo con esa afirmación. Al parecer todos los demás consumiamos animación y empezamos a decir series animadas de todo estilo y condición. Desde series disney a animes, en 3D o animación convencional. Incluso se habló de marionetas y stop-motion. Y tambien decidimos que no hay edad para seguir viendo dibujos animados.

De verdad yo, rozando los cuarenta, sigo disfrutando con dibujos animados. Crecí viendo Mazinger, Dragon Ball, Caballeros del zodiaco, Masters del universo,... Sin importarme los rellenos o la calidad de la animación, pues para mi si me entretenía me valía. Con la edad nos hacemos más críticos, o aparentamos serlo, y damos palos a series que de pequeño las veiamos enteras sin rechistar. Hay que aceptar los rellenos.

Hoy en día la animación sigue viva y en auge, gracias a esos niños que de pequeño disfrutaban de los dibujicos. Dándonos series, que con apariencias infantiles, pueden entretener a los adultos y niños por igual. Por ejemplo Hora de Aventuras, que bajo esos dibujos "mal hechos" se esconden muchos temas que solo si eres adulto captas. Lo mismo pasa con series Disney, de dónde destaco Gravity Falls, Amphibia o Casa Búho, con temáticas de fantasía pero que encierran muchos secretos, para que tanto padres como hijos puedan disfrutar de ver series juntos sin aburrirse y reirse por diferentes razones.

Con temática adulta y sin filtros, Rick y Morty es EL  exponente, siguen siendo dibujos pero con toques macarras y desvergonzados. Ofreciéndonos un viaje de ciencia ficción divertido. También tenemos a Archer, una parodia muy adulta de temática de espías. O Inside Job, que nos mete de lleno en las conspiraciones gubernamentales. Vamos del tipo de series que querias ver de niño, pero los "dos rombos" metafóricos no te permitian verlos. En mi caso me fascinaron las maratones de anime en el Canal 33, junto Beavis and Butt-Head o Kevin Spencer. La que nos sorprendió a todos fue South Park. Series que nos apartaban de mundos más "blancos" y limitados. Niños malhablados, sin miedo a la censura que dividieron la sociedad, unos decían que era brutal y otros que debía censurarse por desmedida, pero a día de hoy sigue emitiéndose.

Actualmente veo mucha animación, de cualquier estilo. Pero aún habiendo crecido y ser considerado una persona adulta, no me corto al reconocer que a veces me siento niño de nuevo, olvidando el presente y las responsabilidades durante el tiempo que veo los dibujicos. Es más, me siento orgulloso de poder seguir disfutando de la animación, ya que veo que muchos consideran que son adultos por dejar de verlos. La animación no tiene edad máxima, no hay fecha de caducidad en el disfrute de verla. Y por último dos recomendaciones: dejad que la animación limpie o aligere esas cargas "adultas" y  dejad que vuestro niño interior salga jugar y divertise.


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